Thursday, June 6, 2013

La Isla de Lilith: Contacto (Séptima Parte)


20 de Diciembre de 2012

Han pasado ya varias semanas desde mi visita a Nueva Jersey y no puedo dejar de pensar en él. La ciudad se ha cubierto de luces y el aire frío huele a pino. En Lilith no celebramos Navidad y el clima de la isla jamás nos indicaría en qué estación vivimos. Esta época hace todavía más difícil vivir en este lugar. Se me ha vuelto un hábito sentarme en el parque a observar a las familias que caminan con prisa cargando regalos, árboles navideños y demás decoraciones. Extraño tener a alguien así en mi vida, lo que siempre me regresa a Hunter de algún modo. ¿Qué estará haciendo? ¿Qué pensará de mí? Mejor dicho, ¿pensará acaso en mí? ¿Le robaré el sueño como a mí me lo roba? Seguramente su impresión de mí dista mucho de lo que en realidad soy, después de todo no hay modo que pueda saber que soy decendiente directa de la fundadora de una isla en donde sólo viven mujeres. Aun así me hubiera gustado haber tenido tiempo para quitarle de la cabeza que soy una mujer hecha de plástico que se dedica a verse en el espejo. Más que nada me enoja que me altere tanto lo que este casi desconocido piense o no de mí. Es inútil gastar energías en él, lo sé. Antes de irme le pregunté a Mia como podría contactarlo y me dijo que Hunter es imposible, se rehusa a ser parte de cualquiera red social, no tiene celular y nadie sabe exactamente donde vive. Mi único contacto con él es Mia y ella se ha ido de nuevo a Boston.
Los papás de Emma nos han invitado a Eli y a mí a pasar Navidad con ellos en la ciudad. La mamá de Emma organiza anualmente una gala justo en Navidad a beneficio de un orfanato en África y siendo que no tenemos nada mejor que hacer por lo que la decisión fue fácil de tomar.
Un abrazo Lilith.

26 de Diciembre de 2012
Estoy todavía tratando de ordenar mis ideas, pero hay pensamientos que me inundan al mismo tiempo. Supongo que podemos empezar con la gala. Nunca había visto un despliegue tan impresionante de elegancia y opulencia, supongo que Lilith no se destaca por estar a la vanguardia en cuanto a la moda y decoración, es más bien un estado de ánimo. Las escaleras al gran salón olían a todos los tipos imaginables de flores, la luz de las velas le daban un toque romántico a la velada y ahí estaba yo inmersa en un mar de smokings y vestidos largos. Emma me jalaba de grupo en grupo presentándome con los amigos de sus papás. Personas importantes que bebían champaña y me miraban críticamente; presidentes de compañías Forbes 500; banqueros, inversionistas, doctores, gente educada y con dinero, seguramente. "Me lo agradecerás cuando tengas que buscar trabajo", me susurraba Emma. Yo no me sentía forzada, me gusta conocer a otros seres humanos, en un nivel más personal e informal (aunque no podría decir que esta gala era informal, pero al menos estaban divirtiéndose), creo que hay un hilo que nos une a todos y si busco bien, hasta con la persona más extraña tengo posiblemente algo en común, incluso con los hombres. Cuidé mis palabras, la prudencia no es un valor muy fomentado en Lilith y esto me ha traído ya varios problemas en el mundo mixto.
"Penelope te quiero presentar a los Sres. Perry; son buenos amigos de mis papás, John, Martha ella es Penélope Jones, mi compañera de cuarto en NYU". "Mucho gusto Penélope y feliz Navidad", dijo Martha mientras me examinaba para ver si pasaba por gente "decente". "¿Qué estudias Penélope? me preguntó John, "todavía no he elegido un campo, pero me inclino a las ciencias políticas y la literatura", "ah, ¿o sea que estoy conociendo a una de las futuras líderes del país?" me dijo un poco bromeando, sin tomarme en serio, "se podría decir, sí, me interesa llegar hasta la más alta esfera", John cambió su semblante cuando se dio cuenta que hablaba en serio, "si es verdad, llámame cuando termines tu carrera, tengo amigos importantes en Washington que se beneficiarían de tenerte en su equipo de trabajo", "muchas gracias John", al parecer hay algunos hombres que les interesa que las mujeres se destaquen en su campo, John era uno de ellos, Martha aun no sabía qué pensar de mí, "¿viniste con tus padre? me gustaría conocerlos". "Mi padre murió cuando yo era muy pequeña, mi madre vive en una pequeña comunidad lejos de todo esto", le dije para intentar callarla. "Cuánto lo siento, ¿vienes sola entonces?", esta mujer estaba en una misión para enterarse de toda mi vida. "Penélope viene con Elizabeth, su madrina, ella es una científica muy importante, seguro gana el premio Nóbel uno de estos días", Emma salió a mi rescate. "Mi hijo está por aquí, es como de su edad, me gustaría presentárselo, pero no lo encuentro, no le gustan este tipo de eventos", me dice Martha por fin satisfecha con su interrogación. "No te preocupes Martha cuando lo vea se lo presento a Penélope", Emma nos excusó y me condujo al baño de mujeres. "Martha Perry es de las mujeres más especiales en Nueva York, su aprobación vale mucho en esta sociedad, no que te interese". "A mí no me pareció que le hubiera caido bien", le expliqué, "así se habla aquí, nadie te va a decir Penélope te ves hermosa y tienes el potencial de ser mi futura nuera, pero eso pensó te lo aseguro", "¿tú crees?", "claro por eso te quería presentar a su hijo, el soltero codiciado", me dijo con un tono sarcástico.
La noche avanzaba y mi mente divagaba, tenía una ansiedad inexplicable. Eli parecía entretenida platicando con los papás de Emma. Me acerqué a la ventana, la ciudad se ve increíble de noche, guarda bien todos sus secretos. La puerta hacia el balcón estaba abierta así que decidí salir un momento a tomar aire. Me recargué en el balcón y cerré los ojos para imaginarme en la isla. Ni cuenta me di que alguien estaba justo detrás de mí.
"No esperaba encontrarte aquí", me susurró la voz de un hombre al oido. Abrí los ojos asustada y entonces olí su aroma tan cerca, aunque sólo lo había olido una sola vez antes en toda mi vida me lo sabía de memoria, era Hunter. Me tenía encerrada con su brazos apoyados en el balcón rodeando, casi abrazando mi cuerpo. No voltée a verlo, no me creí capaz de aguantarle la mirada. "Yo tampoco, pensé que estarías quemando alguna tienda en Jersey, no celebrando Navidad con la crema y nata de Nueva York" le contesté. "Mis padres me hacen venir a estos eventos, creo que ya tuviste el placer de conocerlos; John y Martha Perry", me dijo, entonces pensé en el comentario de Emma acerca del soltero codiciado, ¿cómo era posible en esta ciudad tan grande existiera esta conexión entre este hombre misterioso y mi compañera de cuarto? No quería que se fuera así que traté de mantener la conversación, "¿tus padres saben lo que haces?", "¿te refieres a las protestas?" asentí, "no tienen porque, así como yo no debería de saber acerca de los negocios fraudulentos de mi padre y de sus infidelidades, o de la adicción a los análgésicos de mi madre" su tono era amargo y mucho más maduro que la edad que tenía, no podía pasar de 25. "Suena como que ya lo tienes todo descifrado" le dije en el mismo tono (escondiendo mi emoción, me desconozco). "Así parece, ¿verdad? sin embargo aquí estoy tratando de entender qué hace una mujer, que parece inteligente, interesada en ciencias políticas en una escuela como NYU y en una gala tan pretenciosa como esta".  "No me gusta como escoges tus palabras, no parezco, soy y mi escuela es una de las mejores del país, además me parece un tanto hipócrita de tu parte que critiques estos eventos cuando naciste en este mundo de opulencia y sin duda este demonio de padre que tienes te dio todo lo que quisiste y esta madre adicta te dio todo el cariño que necesitaste al crecer" le dije volteando a verlo a los ojos, desafiando sus argumentos de rebelde sin causa, crucé los brazos para tratar de disimular que mi corazón latía tan rápido como si se quisiera salir de mi pecho. "Vaya, hasta que me dices lo que piensas, si eres lo que pensé después de todo... no le des tanto crédito a mis padres, son lo que ellos quieren que creas" continué "pues algo han de haber hecho bien para educar a un hijo que se arriesga para salvar a completos desconocidos del peligro", "no salve a un completo desconocido, te salve a ti".
Era demasiada información que analizar; ha pensado en mí, me salvo a mí, le importo de algún modo, "además eso se lo debo a mi nana, ella me crió, ella me enseñó a diferenciar entre lo que importa y lo que no", "¿qué importa?" le pregunté mejor parada ahora que sabía que yo estaba en sus pensamientos. "Tu vestido es bonito y seguramente caro pero no importa, tus metas y tu forma de pensar importan, tus ideales importan, el cascarón, no." Esa fue la primera vez que alguien me hizo un cumplido acerca de mi físico que realmente resonara en mí, probablemente porque venía de su boca. Su presencia me descomponía el alma, me hacia pensar en cosas que jamás pensé que pasarían por mi mente, me hacia querer estar cerca, muy cerca de él, de perderme en él.  "¿No tienes que volver a la fiesta?", le dije por fin, no me estaba gustando como me comportaba en su presencia, tan insegura y ansiosa. "¿Me estás corriendo?" me dijo riéndose, "está bien me voy si quieres, sé que es una noche importante para ti, tu debut en sociedad si así le quieres decir", "te burlas, está bien, no me importa lo que pienses" mentí otra vez, atando cabos en mi cabeza rápidamente; seguramente me había estado observando desde hace rato y que se esperó hasta que me encontró sola para hablar conmigo. "Eres extraña, ¿te lo habían dicho?", "muchas veces, tu eres odioso a veces", "¿y las demás?", "¿las demás qué?", "veces, ¿cómo soy?", me quede callada, me está retando, sentí su ego inflarse, "las demás no te entiendo","mmmm, algo tenemos que hacer al respecto, si tu quieres" me sentí apunto de saltar de un precipicio sin paracaídas, me dio miedo más que otra cosa, "no sé si quiero" me dieron unas ganas terribles de salir corriendo y llorar, "tendremos que convencerte". Se me acercó todavía más, bajé la mirada y concentré mi mirada en un botón de su camisa, el levantó mi barbilla y yo creo que vio miedo en mis ojos por que me dijo "perdón Penélope, no quiero intimidarte y tampoco quise asustarte el otro día en Jersey, el movimiento es muy importante para mí lo protejo con todo lo que tengo, no es excusa, pero es fácil sacarme coraje, soy muy explosivo, ya te has de haber dado cuenta" me sonrió y besó mi frente, luego me dijo al oido "tengo la impresión que no te pareces a nadie que conozco y me intrigas, hasta luego" y se alejó de mí, un arrebato me poseyó y le grité "¿hasta cuando?", volteó y me dijo "no te preocupes, hasta pronto, ya sé donde encontrarte". Su contestación me indignó y emocionó al mismo tiempo, ¿por qué no pudo haber sido más claro? ¿por qué bajo sus términos? Le platiqué a Eli y me dijo que así son estas creaturas, vagas e indecisas, productores de incertidumbre, lo que a toda mujer, naturalmente, la vuelve loca.

Hombres, hombres, hombres, él, él, él, estoy perdida Lilith. Pero lo quiero ver.

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