Mi tan golpeado corazón, 
cuando hablan de ti no lo hacen con felicidad, 
como lo hacían antes, 
lo hacen con miedo y dolor,
como si un monstruo habitara en tus tierras,
como si todo se lo llevara la oscuridad.
Mi tan débil corazón,
se te esfuman las fuerzas y tanta guerra
ha roto tu espíritu, 
ya no sabes por quién luchar, 
ni a qué guerrero serle fiel.
Mi tan amargo corazón,
tus tierras tan verdes que eran,
ahora son rojas como la sangre y
secas como el desierto, 
se ha ido la esperanza.
Mi tan jodido, tan cínico, tan hiriente, 
tan estrujante corazón,
no hago más que llorarte, 
aquí de lejos, 
aquí segura y ajena.
Aun sueño contigo, 
con el que fuiste cuando era niña,
con mi México querido, 
cuyo manto de calor me envolvía en dulzura.
