Monday, March 24, 2008

¿Qué tan Sylvia?



Estaba viendo un documental de Sylvia Plath; de su trágico fin, de sus angustias, de sus demonios, de su vida tan parecida a la de tantas…a la mía. Hablaban repetidamente de su deseo de perfección, de cómo esta cualidad se fue haciendo su defecto, de cómo la llevó a meter la cabeza en el horno, literalmente. Hablaban de su depresión de manera tan fresca, cómo se habla del precio del petróleo hoy en día, como decidir qué ropa te vas a poner, como si eso no fuera algo íntimo, algo personal y oscuro, como si no mereciera ninguna solemnidad. Se mencionó la repentina ira de Sylvia hacia su esposo y hacia su madre, ¿qué acaso eso es extraño? ¿No debemos tener rabia al saber que nuestro esposo nos es infiel? ¿No nos debería volver poquito locas tan siquiera? Creo que en el asunto de la madre, todos tenemos algún rencor o asunto pendiente hacia por lo menos un miembro de nuestra familia. Conforme veía un poco más de este escueto documental más la entendía y en cierta manera más me sentía ella, lo que me asustó un poco. ¿Tendremos todas las escritoras algún deseo suicida escondido en alguna parte de nuestra mente? ¿Será acaso posible encender el switch que nos permita terminar nuestro sufrimiento? A veces me pregunto si su fin es será tan diferente al mío, si voy por el mismo camino, si hay manera de detenerlo, si estoy bien, si me digo mentiras, si me las creo. Si…si seré capaz.

1 comment:

Gingerbread girl said...

Creo que lo que tenemos los escritores más bien es el gen de la empatía, el de ponerte en los zapatos de otros. Si eso lo sumamos con otra característica netamente de los escritores como es la sensibilidad, creo que ahí tienes tus resultados.
En esa capacidad para sentir a otro ser humano, para conectar con él en nivel más íntimo y personal, es donde radica la belleza de la literatura... por muy oscura que a veces sea.